La regulación financiera normalmente se impone como reacción a una crisis anterior, en vez de fundarse en principios teóricos. En el pasado la regulación se empleó para mejorar las prácticas de manejo de riesgo de los bancos individuales. Esto fue erróneo. En vez de eso, la regulación se debería centrar primero en las externalidades sistémicas (contagio) y luego en la protección de los consumidores (información asimétrica). Es difícil cuantificar las externalidades sistémicas. Puesto que los costos de una quiebra financiera son altos, una respuesta natural es añadir regulaciones adicionales a un conjunto de intermediarios regulados, pero esto puede deteriorar su capacidad para intermediar y lleva a problemas de frontera, entre regulados y n...